Uno de los elementos claves de la marca es el logo. Será gracias a él que podremos identificar nuestra marca de forma visual a través de su nombre y de su representación gráfica.
Nuestro logotipo es nuestra imagen de referencia. Algo con lo que nuestros clientes pueden identificarnos en distintos contextos y nos permite diferenciarnos de la competencia. Se trata de imagen en la que intentamos que se vayan «enganchando» las características que nos definen como empresa, que nos ayuda a construir nuestra identidad y que manda un mensaje al mundo sobre qué es lo que hacemos y cómo lo hacemos.

Es la opción que escogeremos siempre que sea posible.

Lo utilizaremos cuando el espacio horizontal sea reducido.